Luis ARAGÓN (1897-1982)
Carta autógrafa firmada probablemente dirigida a Jean Lescure.
Una página en -4° sobre papel marrón.
[Lyón]. 16 de marzo [1943]
“Les envío dos poemas para sus colecciones: “La rosa y la mignonette” deberían aparecer en principio en la página literaria Mot de mot. »
Importante carta de Aragón anunciando a su amigo la publicación de una de sus obras maestras, La rosa y la Reseda , y el poema El recluta de las cien aldeas.
Aragon informa también a su corresponsal de su próximo regreso a París, donde será recibido por Paul y Nusch Éluard en abril de 1943.
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“ Querido amigo, gracias por tu palabra y por tu hospitalidad. En cualquier caso, sólo podré venir en abril, fecha que varía según varios factores. Mientras tanto, os envío dos poemas para vuestras colecciones: “La rosa y la Réséda” deberían aparecer en principio en la página literaria Mot d’ordre .
Sí, finalmente, porque... El otro no propone un destino inmediato. La copia está defectuosa, lea atentamente al final de la 1.ª página : ... pesados aguiluchos de palabras ... y el siguiente verso ... Gran corazón grandeyrolles …
También pudo haber confundido el verso: Croismare Andé Vourles Vémars , y en la 2.ª página la palabra Orny . Me da pereza volver a escribir.
Dejaré esto en la caja antes de regresar a mi hoyo. ¡Las grandes ciudades me cansan! Saludos cordiales para ambos. Y respetuosamente a Catherine. Luis. »
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Publicado en la madrugada de marzo de 1943 por Stanislas Fumet en el periódico Mot d'ordre , La Rose et le réséda fue reimpreso en noviembre de 1943 en la revista Messages , editada por Jean Lescure en Ginebra.
Ampliamente copiado y distribuido clandestinamente por folletos anónimos, el poema ocupó su lugar en la colección de Aragón “La Diane française” en diciembre de 1944 (enriquecido con una dedicatoria a cuatro combatientes de la resistencia: “A Gabriel Péri y d'Estienne d'Orves como a Guy Môquet y Gilbert Dru").
Aragón y Elsa Triolet fueron recibidos por Éluard y Nusch, en el andén de la Gare de Lyon, tras diez años de separación. Redescubierta su amistad, Aragón confió en Éluard para el trabajo clandestino que realizaba en el sur del país.