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Marcel PROUST filosofa sobre el dolor de la muerte.

« Sé inerte, espera hasta que la fuerza incomprensible y donde los médicos lamentablemente no entienden mucho más que los demás que te rompieron, te levante un poco, digo un poco porque siempre te quedarás algo roto. »

Vendido

Marcel Proust (1871.1922)

Carta autógrafa firmada a Georges de Lauris.

Cuatro páginas en 12° sobre papel de luto.

Slnd [lunes por la tarde, 18 de febrero de 1907]

Kolb, volumen VII, páginas 85-86

 

“Siempre guardarás algo roto. »

Hermosa carta de pésame la noche del funeral de Madame de Lauris.

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“Mi pequeño Georges, no te respondí porque pensé que vendría esta mañana [al funeral de la madre de Lauris], pero sentí que no podría llegar hasta el final así que le explicaría esto. tú. Si te envío esta pequeña nota esta tarde es para preguntarte cómo ha llevado tu padre este día, cómo lo has llevado tú, mi pobrecito Georges.

Ahora te puedo decir una cosa, tendrás dulces que aún no puedes creer. Cuando tuviste a tu madre pensabas mucho en el día en que ya no la tendrías. Ahora pensarás mucho en los días en los que lo tenías. Cuando te hayas acostumbrado a esta cosa horrible de ser rechazado para siempre en el pasado, poco a poco sentirás que vuelve a la vida, que vuelve a ocupar su lugar, todo su lugar, cerca de ti. Por el momento esto todavía no es posible. Sé inerte, espera hasta que la fuerza incomprensible y donde los médicos lamentablemente no entienden mucho más que los demás que te rompió, te levante un poco, digo un poco porque siempre te quedarás algo roto . Díganse esto también porque es una dulzura que nunca amaremos menos, que nunca nos consolaremos, que recordaremos cada vez más. No necesito decirte, mi pequeño George, que te escribo llorando mucho , lágrimas malas más por mí que por ti, mientras que hasta esta noche era tuya, sola como pensaba. Espero que puedas ayudar a tu padre a aguantar, a ser completamente suyo.

Mi vida está completamente patas arriba. Ayer almorcé a las once y media, porque me estaba preparando para salir hoy. Si vienes un día y no tengo tantas convulsiones como hoy, quizá sería mejor a las 7, para no dejar a tu padre solo por la noche. Mucha gente me escribe conociendo mi dolor, incluso gente que no conoces, el pequeño Duplay por ejemplo. Creo que Reynaldo [Hahn] y d'Albu me habían llamado por teléfono, enterados por una palabra mía de la terrible desgracia, para preguntarme cuándo era el funeral, diciendo que siempre que no fuera lunes porque estoy obligado a ir a Compiègne y Reynaldo a quien vi antes de un ensayo al que no podía faltar pero ambos pensando mucho en ti, mi hermano también, mi cuñada incluso que me llamó realmente me conmovió. Todos están molestos, pero nadie puede tener el mismo dolor que yo porque nadie esperó y sintió tanto contigo. Amablemente contigo. Marcelo. »

 

 

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